Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta obra surge de superponer una nueva entidad arquitectónica a una casa existente resultado de la construcción de un barrio obrero de la federación del caucho.
La casa, de buena calidad constructiva, una losa irregular enmarcada por vigas invertidas y apoyada en muros portantes, se rastrea en la mayoría de las obras del lugar, que pasó de ser un barrio obrero a otro residencial de alto valor inmobiliario.
La nueva cascara de hormigón, resultado de enlazar dos prismas a medios niveles, evita apoyarse en la casa lo que resulta en los semicubiertos de acceso y expansión, definiendo sobre el techo de lo existente, el espacio intermedio de altura variable, centro de la obra, y la terraza a la que expande, balconeante al patio lateral y a la galería.
La vivienda existente, de una planta totalmente compartimentada, fue operada de tal manera de garantizar la vinculación de los espacios verdes de frente y fondo, y la máxima luminosidad, se eliminaron todos los paramentos no portantes y se ampliaron vanos en algunos de los portantes perimetrales.
La entidad original se asocia a la nueva cascara sin abandonar su identidad pero sin contrastar de manera de obtener una nueva y compleja unidad.
El hormigón visto define la totalidad de la obra nueva, conformando una cáscara sostenida por 3 vigas de 10 metros de luz libre, liberando las vistas, frente, fondo y lateral. El material se encofró con tablas cepilladas en disposición vertical de manera tal de producir “continuidad” con los cerramientos de guayubira, enfatizando la hermeticidad de los espacios privados, a frente y contrafrente. La casa existente y las medianeras se revocaron con rusticidad, buscando una textura y un color propio del material en bruto. El vínculo entre las entidades nueva y existente es un cerramiento de chapa y vidrio que se acomoda al corte y define los límites interior exterior. El corte quebrado de la cáscara da lugar a un paisaje sobre la losa de menor altura, un espacio verde poblado de plantas silvestres y cactus al que se accede por una rampa de madera.
Cuatro planos horizontales, losas, y tres verticales, vigas-tabique, conforman una entidad monolítica de hormigón visto suspendida sobre el objeto existente operado. Donde los planos horizontales se superponen se alojan los espacios privados conformando dos prismas de igual dimensión dispuestos en altura alternada, la prolongación hacia el centro de los planos superiores determinan el espacio común, escritorio-playroom en colaboración con la losa existente.
El involuntario contraste con la “arquitectura” predominante en el lugar surge de la voluntaria necesidad de vincular a la obra con el paisaje, todavía protagónico, y con la definición de un paisaje propio, patio. Que el aire la atraviese, que la luz la enriquezca.
La determinación de un concepto formal abstracto, una entidad monolítica de corte complejo armada por cuatro planos horizontales y tres verticales, se suspende sobre la casa existente conformando los espacios y definiendo la imagen icónica de la obra, garantía de unidad.